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Mostrando entradas de 2009

Entre Mis Silencios

Es tanto aquello que he callado, que si lo quisiéramos cuantificar, diría sin temor a equivocarme que ha sido el doble de lo que me he atrevido a pronunciar. Me he arrepentido por no atreverme a decir lo que sentía en el momento que tal vez fue el preciso pero es que eso de encontrar la ocasión perfecta nunca ha sido lo mío. Yo no sé acomodar palabras y cuando lo logro, es el resultado de un esfuerzo muy grande por lograr que se pueda entender lo que quiero expresar y aun así hay quienes piensan que al menos escribo bien. Así que entre mis inseguridades y vaivenes hay mucho que he guardado, hay cosas que me siguen atormentando, hay verdades que quisiera gritar, hay sentimientos que quisiera confesar pero esos el corazón solito se encarga de develarlos… hay tanto, tan vacio, tan profundo, tan alegre y tan oscuro, tan frágil, tan sublime, tan mío, que tal vez aun no sea hora de divulgarlo. Por el momento lo mejor será hacer las palabras a un lado y dejar que el corazón sea el único mensa

Sueño de una Noche de Invierno

Un día agotador, muchas llamadas, muchos problemas, pocas soluciones, miles de kilómetros por recorrer y ella por fin puede llegar a su casa. No quiere comida, ni siquiera ducharse después de la larga jornada, no quiere pensar, no quiere recordar su soledad, solo quiere dormir y tal vez soñar. Se desnuda tratando de aligerar su carga a pesar de saber bien que no es física. Cierra sus ojos y Morfeo la acoge en sus brazos. Viaja a esa ciudad que tanto anhela, recuerda las estrellas que contó de pequeña, sueña que tiene alas y vuela rumbo al cielo y allí, muy arriba, sintiendo la brisa de la noche pero sin que el frío arruine el momento, mira la ciudad, se maravilla con sus luces, se siente tranquila, se siente en paz. Entonces quisiera compartir el momento con alguien, entonces ese alguien toma forma… entonces ese alguien es él. Ahora no puede evitar el frio, la noche se hace oscura, no logra ver la luna, deja de soñar con ese mágico momento y empieza a recordar cada palabra, c

Respuestas

-¿Me amas? -No. -¿Me quieres? -No lo sé. -¿Me odias? -No creo. -Entonces, ¿Qué sientes por mí? -Hace mucho dejé de sentir...

Advenimiento

-¿Estás dispuesto a soportar el dolor que provocará tus lágrimas las cuales serán capaces de curar dolores ajenos, de borrar culpas de muchas conciencias, de devolver la calma a aquel solitario que la haya perdido?- Entonces, con una sonrisa dibujándose en su rostro, respondió: -Este fuego que lastima es el mismo que purifica. Y yo, que de fuego estoy hecho, que ardo en mi despertar, que enciendo mi lecho cubierto de sándalo, no he de escapar a mi destino- Y fue en ese momento cuando el Fénix, puro y tranquilo abrió sus alas para abandonar su nido y entregarse al mundo tal cual estaba hecho, sabiendo que su agonía sería inminente, sabiendo que su abrazo terminaría por quemar la piel de quien se acercarse, sabiendo que la soledad sería su castigo y su recompensa.

III

Que el tiempo no me alcanza para vivir todo lo que quisiera, Que quisiera olvidar que esta vida es prestada y algún vendrán a pedirla, Que pido que el fuego no se extinga antes de que la libertad venga, Que vengo con las manos llenas preguntas añorando tan solo una respuesta. Que respondo que no soy de aquí ni de ninguna tierra, Que tierra es lo que aun me falta por recorrer, por descubrir en su grandeza, Que en la grandeza del mañana seré más firme que hoy, Que hoy sueño con utopías y mañana enfrentaré realidades. Que la realidad desaparece cuando veo tus ojos, Que tus ojos me miran haciendo que olvide el tiempo, Que de nuevo el tiempo no me alcanza para besarte todo lo que quisiera, Que quisiera que la Luna tu más dulce deseo concediera.

Confesiones

“que me cojan confesado” escuché por ahí hace algunos días cuando a alguien le preguntaban que pasaría si muriera pronto. Y es que todos tenemos algo que decir, algo que guardamos a pesar de que confiemos en alguien plenamente, nunca todo se sabrá. Así que me puse a pensar en qué tendría que contar para que en determinado momento “me cojan confesada”, si son importantes o no para el lector, la verdad muy poco me importa, las pequeñas cosas para algunos pueden ser grandes para otros. (momento para respirar profundo, prepararse, soltar los dedos) y aquí va: confieso que… Le temo a muchas cosas en especial a la soledad y a la oscuridad. No soporto los piropos en la calle, en especial si vienen de obreros, mecánicos o conductores. Hay tres cosas que no tolero: que me traten con hipocresía, que me crean idiota y que me tengan compasión. Aunque muchos no me crean, soy tímida, me cuesta interactuar con gente nueva y me molesta que por ello piensen que soy una engreída o algo por el estilo. An

Miedos de siempre

En la vida hay heridas que nunca se cierran, que se alimentan de la sal diaria que el mundo se encarga de esparcir sobre ellas. Heridas que en realidad nunca dejan de doler pero que uno trata de ocultar poniendo una curita sobre ellas y haciéndose el fuerte, fingiendo que no duelen. Uno aprende a vivir con esos fantasmas, o al menos lo intenta, hasta que algún suceso tonto los revive y hace que de nuevo se les tema. Hay cosas de las que resulta fácil hablar pero hay otras que avergüenzan, quizá por el miedo a que se mal interpreten los sentimientos o las palabras, quizás porque se piense mal de algo aparentemente superficial, o quizás porque se puede dejar al descubierto una debilidad que ha sido ocultada por una fortaleza disfrazada. Sin embargo, la realidad es una sola y hay que aprender a vivir con ella, nos guste o no, a unos les fue mejor que a otros y que le vamos a hacer, esas son las reglas que se impusieron en el juego de la vida. Si es justa o no, creo que no tendría la impar

Si Dios fuera una mujer

Y la muerte arrancó la vida de su cuerpo pero nadie podrá borrar la savia de sus palabras. ¿y si Dios fuera una mujer? -Juan Gelman ¿Y si Dios fuera mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos sí con las entrañas. Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez para besar sus pies no de bronce, su pubis no de piedra, sus pechos no de mármol, sus labios no de yeso. Si Dios fuera mujer la abrazaríamos para arrancarla de su lontananza y no habría que jurar hasta que la muerte nos separe ya que sería inmortal por antonomasia y en vez de transmitirnos SIDA o pánico nos contagiaría su inmortalidad. Si Dios fuera mujer no se instalaría lejana en el reino de los cielos, sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno, con sus brazos no cerrados, su rosa no de plástico y su amor no de ángeles. Ay Dios mío, Dios mío si hasta siempre y desde siempre fueras una mujer qué lindo escándalo sería, qué ve

Fácil

Entre lo fácil y lo difícil, la oferta de simpleza tiende a ganar la batalla. Hay quienes se cansaron de ir más allá de lo básicamente ofrecido y decidieron quedarse con el pedazo mezquino que les pueda corresponder. Sus frases persuasivas y seductoras hacen que cada día sean más los seguidores de la insípida simpleza, claro, para todos resulta tentadora. Fácil dejar a la suerte las decisiones de la vida. ser una roca más que la corriente va arrastrando y que tarde o temprano llegará a tierra. Fácil dejar a otros la potestad de elegir destinos comunes. Total, dicen quienes adoptan estas posturas, para qué perder el tiempo opinando y proponiendo si al final todo continuará igual. Fácil estar de cuerpo presente y con la cabeza puesta en algún agujero vano. Fácil escapar de la batalla con alguna excusa tonta sin siquiera poner la cara para decir que abstenerse de la “guerra” es una posición igualmente válida. Fácil huir ante el primer obstáculo y no luchar hasta el final, aun cuando exist

Cambio

Muchas veces he dicho que las personas no cambian porque otro(s) se lo pida, sino porque encuentra un beneficio propio en el cambio. He dicho también en que no creo en esos “cambios por amor” y me atrevo a llamarlos mentiras, chantajes emocionales que solo durarán mientras se logra amarrar a alguien o al menos mientras se sienta la seguridad de que esa persona no se va a ir. Sin embargo las personas si cambian, para bien o para mal, pero cambian. Unas deciden culpar a la vida, otras a un(a) mal amante, otras a un(a) mal(a) amigo(a), algunas a ellas mismas y unas pocas cambian porque simplemente se les dio la gana. Conozco a alguien que lo hizo, que logró vencer parte de sus miedos y decidió tomar las riendas del carruaje que transporta sus sueños, que logró encontrar la armadura casi perfecta que le permitiera mostrar su rostro, pero solo a quienes fuesen dignos de verle. Y hasta ahora a ese alguien le va muy bien. No vive cargando culpas ajenas, no se atormenta por lo que fue o no

Días

Hay días en que es más difícil respirar, en que cuesta más despertar, en los que se anhela vivir en un sueño, lejos del bullicio y el aire que asfixia, lejos de las miradas inquisidoras y los silencios torturantes, lejos de la indiferencia y el frio del olvido. Hay días en que es imposible no pensar, no ponerse trascendental, no recordar viejos momentos y desear que se repitieran, no desear otro momento de paz, otro día tranquilo donde la tormenta estuviera afuera y la calma reinara en el alma. Hay días para todo, unos para reír y otros para llorar.

Reflexiones en la Ducha

No sé si solo a mi me ocurre o si hayan otros seres humanos que hagan lo mismo, el caso es que así como mucha gente se toma un momento para pensar justo cuando se encuentra sentada en el inodoro (?) yo lo hago cuando estoy en la ducha. No hay nada mejor que entrar a la bañera, desnuda y poco a poco abrir la llave, dejar que el agua salga por unos segundos e ir palpando hasta que alcance la temperatura que me gusta, luego posarme justo bajo el chorro y vivir esa sensación de alivio mientras el preciado líquido toca mis hombros y recorre cada centímetro de mi cuerpo, es sencillamente una de las cosas más placenteras que existe, al menos para mi. Después de tan relajante placer, empiezan a llegar a mi cabeza imágenes, momentos, canciones, frases. Empiezo a pensar en aquella amiga que me repite “que todos los hombres son unos perros”, en las frases rutinarias mi madre recordándome que en la vida “hay que hacer lo correcto” (todo lo opuesto a lo que yo hago (?)), en ese amigo que opina que

Amargo y Dulce

Imagen
El dolor del cuerpo siempre será bien recibido en reemplazo del que proviene del alma, porque el dolor que nace tan dentro no tiene calma, no deja espacio a ningún momento de felicidad, aun cuando sea el más pequeño. ¿Cómo curar el alma? ¿Cómo calmar el corazón cuando duele, cuando aún está dolido por heridas del pasado y es maltratado de nuevo por quienes conocen sus secretos y debilidades, quienes al contrario de lastimarle deberían protegerle y cuidarle? Sin embargo, todo dolor trae una enseñanza y es en sí mismo necesario pues, de no existir, no valdría la pena una sonrisa, ni un viento alegre. No tendrían su valor incalculable ni traerían la satisfacción que nace cuando una lágrima de felicidad se derrama y se convierte en el tesoro más grande, que solo dura un momento, que se desvanece tras una mejilla, que muere casi en su mismo nacimiento pero que se convierte en el más hermoso recuerdo, en el orgullo más noble y puro, y en la esperanza de seguir luchando, aun cuando ese t

La Niña de la Ventana

Es un día como cualquier otro pero no para ella. Hoy vendrá, hoy tiene que llegar, no puede ser tan indolente como para dejarle esperando una vez más. Está en su cuarto con la mirada fija en la calle, su madre le llama pero no quiere atender, teme que si lo hace tal vez él venga y no la vea. No, no va a desilusionarlo, no quiere perder oportunidad para hablarle, para acariciarle, para admirarlo, para maravillarlo con todo lo que ella tiene dentro de sí. En la cocina, la madre deja caer unas lágrimas. Ella sabe que no vendrá, que su hija se ilusiona en vano. Se siente impotente, la invade la ira, ¿Cómo puede hacerle esto a ella, a ella que tanto lo quiere, que todos los domingos espera ansiosa junto a la ventana su llegada? Piensa en lo feliz que sería si le pudiese arrancar ese sentimiento a su hija, matarle todo ese amor de una buena vez. No quiere verle sufrir, no puede soportarlo, no una vez más… ella sabe que no vendrá. En la ventana la hija sigue esperando. Desesperada por l

De mí

Háblame al oído y cuéntame  las historias que de mi te han traído. Descarga tus sentimientos en cada palabra  y sueña entre tus recuerdos con tu propio paraíso. Inventa para mí una nueva historia cada noche,  envuelta en tus silencios  y bañada con cada uno de tus “te quiero”. No permitas que me pierda entre mis pesadillas,  pero deja a las princesas para luego,  que la fantasía me engaña  y trae dolor cuando termina el cuento. No quiero ser yo un hada alada,  ni la ninfa de los mil misterios, Seré solo la dulce brisa  que roce tus labios en el invierno, La hoja caída de un árbol frondoso  cuando el otoño se esté yendo, Y el Fénix majestuoso que en primavera  vuelva a alzar el vuelo

Recuerdos

Ver la ilusión de una imagen que desde hace tiempo se atraviesa en mi cabeza; estar boca arriba, con la mirada firme en el cielo, sin techo que obstruya ni luz artificial que altere mi visión, amparada por la linterna natural que pende del cielo, y sus tiernas hermanas, pequeñas pero vivaces, que juegan a formar figuras para confundirme y entretenerme, para regalarme algo de su locura... Una lágrima se desprende de mi ojo, se de donde viene, pero no hacia donde va, su destino al parecer, es desconocido, sin embargo, ella, aventurera, decide abandonarme y tras de ella muchas mas. A veces me pregunto, ¿estoy viva o estoy muerta? -tal vez soñando - Múltiples formas y de nuevo imágenes -recuedos- . Mi vida y la de otros están atrapadas, condenadas -¿En donde? ¿Presas de quien? ¿Por que?- ¿Como saberlo? Firme, inmóvil y aún así viajando; no hacen falta mis pies, no hace falta mi cuerpo, en mi viaje no necesito tampoco de equipaje, solo llevaré mis recuerdos y mis imágenes.

¿Y esta de donde salió?

Estaba leyendo a un autor que ni conozco, algo virtual, a lo que llegué por accidente pero que me proporcionó mucho más placer de lo que muchos libros de autores reconocidos y famosos han logrado brindarme. Leyendo encuentro mundos diferentes, leyendo me identifico, leyendo puedo acercarme a entender quién soy, que hay dentro de mi… Y lo que entiendo, lo que puedo leer en mí, en el libro más vulnerable e imperfecto que conozco, pero a la vez en el que más amo y considero más hermoso, es que no estoy destinada a ser una más. No, no soy yo una más de las mujeres con las tetas grandes o que sueñan con operárselas, buscando un hombre que haga lo que ellas no son capaces de producir por sí mismas: felicidad. No soy una de las tantas que sueña con un marido que la mantenga y un matrimonio feliz donde ese hombre que tenga al lado sea la materialización del príncipe azul que leyó en uno de los tantos cuentos infantiles… y para los que lo esperan, lamento decepcionarlos, pero esa no soy yo. De