Un viernes... después de dos años
Siempre quise ser una persona puntual. Lo he intentado desde pequeña tratando de alejarme de la horrible tradición familiar de llegar tarde a todo lado y como es de esperarse cuando salgo con la familia no puedo, sin embargo ese día no fue así, ese día iba sola, la cita era a las 4:00pm y yo no iba a llegar tarde. Habíamos hablado de un reencuentro esperando verlas de nuevo, ver qué tan cambiadas estaban, si habían crecido (aunque a nuestra edad uno ya empieza a crecer es para los lados (?)), ver si tenían la misma mirada, si una me seguía entendiendo profundamente en la música y la otra en todo lo que soy, sin juzgarme, sin llamarme loca o puta, solo sabiendo que así habíamos sido desde siempre… pero los malos hábitos son muy complicados de cambiar y una, que acostumbraba a cancelar a última hora , lo hizo, la otra no canceló pero yo sabía que llegaría tarde aún conociendo mi obsesión por la puntualidad. Veinte minutos duró mi espera. Diez porque llegué más temprano y otros diez que f...