Sueño de una noche de otoño
Tomó el autobús a la hora exacta donde podía ocupar asiento y ver como muchas personas, tantas que pensaría que son miles, subían y bajaban añorando llegar a su hogar luego de un exhausto día de trabajo. Se sentó al lado de un joven al que le parecía invisible y miraba constantemente a través del cristal para verificar su posición dentro de la ciudad. Tenía sed y en su boca aun pululaba el humo del último cigarrillo que había fumado antes de emprender su camino de regreso a casa. Oía sin prestar atención alguna, las voces de los muchos pasajeros que intentaban comunicarse unos con otros, fijó su mirada en la acera durante una parada del autobús y recordó el sueño de la noche anterior. En su rostro se dibujó una pícara sonrisa, el joven que iba a su lado por primera vez se percató de su existencia y, sin conocer la razón, se contagió de su alegría. Ella había sido transportada a otro mundo donde, sin saber por qué, se sintió como la protagonista de su propio cuento sin que este fues...