Revolcón
Este blog es simple y no tiene mayores intenciones. Escribo porque sí, porque se me da la gana, porque aquí pretendo dejar plasmadas esas cosas que la gente no quiere o no quiso oir, eso que intenté decir y se negaron a aceptar, y hasta esas verdades que yo misma me niego a ver.
Sin embargo he dejado de escribir y eso ha sido obvio, pero no ha sido por falta de interés o porque mi vida se haya vuelto tan patéticamente aburrida que no exista nada sobre lo cual pueda hablar, el inconveniente está en que este blog –que quiero demasiado porque es una parte de mí- es conocido por personas que me quieren, por personas que me detestan, por gente que me ha visto una vez en la vida e incluso por algunos que jamás he visto pero con los cuales he tenido excelentes conversaciones.
Y sin ánimo de ofender a los lectores que han visto estos ojitos en vivo y en directo, disfruto más cuando sé que son desconocidos quienes me leen, la razón no está en que sufra de un estúpido e insaciable ego que me haga pretender ser halagada por nuevos lectores para que me digan que escribo muy bien (porque de hecho sé que no lo hago), sino en que el anonimato entrega la llave de la libertad. No puedo negar que muchas veces me he sometido a una “auto-censura” por miedo a que las palabras aquí consignadas me traigan inconvenientes más adelante y es finalmente ésta, la causa de mi ausencia en este blog.
Por esto he tomado una decisión, ha llegado la hora de pasar la página y de poner nuevas reglas en este lugar ¡porque me niego a cerrarlo! (por si a alguien se le ocurre hacerme la sugerencia, le respondo de una vez: NO ¡No me voy a deshacer de mi blog!). De ahora en adelante no habrá censura, no habrá mayores cuidados a la hora de escribir y con esto no me refiero solo a tener cuidado con mis opiniones sino también a la rigidez con la que a veces suelo escribir, así que para los que deseen seguir pasando por acá debo advertir algunas cosas:
Primero, los comentarios y reacciones que se tengan sobre los escritos aquí contenidos SOLO SE RECIBIRAN Y EXISTIRAN AQUÍ. Eso quiere decir que POR NINGUN MOTIVO quiero comentarios por teléfono o en persona sobre lo que yo escriba, para eso este blog tiene la opción de que se hagan comentarios en sus entradas.
Segundo, si usted es de esas personas que no soporta a quienes escriben por escribir y por lo mismo no aguanta un estilo “libre”, donde muy seguramente se encuentren errores y se note más la pasión que la razón, le recomiendo que deje de entrar a esta página porque es más que probable que aquí llegaré a escribir en todos mis estados de ánimo, incluso cuando esté de afán, cuando solo quiera decir una babosada, lo cual no dejará mucho espacio al “estilo”.
Por el momento creo que eso es todo lo que tengo que decir, si algo me incomoda creo que simplemente cambiaré las reglas de juego como me convenga, total eso es lo que he aprendido en un país llamado “Colombia”.
Sin embargo he dejado de escribir y eso ha sido obvio, pero no ha sido por falta de interés o porque mi vida se haya vuelto tan patéticamente aburrida que no exista nada sobre lo cual pueda hablar, el inconveniente está en que este blog –que quiero demasiado porque es una parte de mí- es conocido por personas que me quieren, por personas que me detestan, por gente que me ha visto una vez en la vida e incluso por algunos que jamás he visto pero con los cuales he tenido excelentes conversaciones.
Y sin ánimo de ofender a los lectores que han visto estos ojitos en vivo y en directo, disfruto más cuando sé que son desconocidos quienes me leen, la razón no está en que sufra de un estúpido e insaciable ego que me haga pretender ser halagada por nuevos lectores para que me digan que escribo muy bien (porque de hecho sé que no lo hago), sino en que el anonimato entrega la llave de la libertad. No puedo negar que muchas veces me he sometido a una “auto-censura” por miedo a que las palabras aquí consignadas me traigan inconvenientes más adelante y es finalmente ésta, la causa de mi ausencia en este blog.
Por esto he tomado una decisión, ha llegado la hora de pasar la página y de poner nuevas reglas en este lugar ¡porque me niego a cerrarlo! (por si a alguien se le ocurre hacerme la sugerencia, le respondo de una vez: NO ¡No me voy a deshacer de mi blog!). De ahora en adelante no habrá censura, no habrá mayores cuidados a la hora de escribir y con esto no me refiero solo a tener cuidado con mis opiniones sino también a la rigidez con la que a veces suelo escribir, así que para los que deseen seguir pasando por acá debo advertir algunas cosas:
Primero, los comentarios y reacciones que se tengan sobre los escritos aquí contenidos SOLO SE RECIBIRAN Y EXISTIRAN AQUÍ. Eso quiere decir que POR NINGUN MOTIVO quiero comentarios por teléfono o en persona sobre lo que yo escriba, para eso este blog tiene la opción de que se hagan comentarios en sus entradas.
Segundo, si usted es de esas personas que no soporta a quienes escriben por escribir y por lo mismo no aguanta un estilo “libre”, donde muy seguramente se encuentren errores y se note más la pasión que la razón, le recomiendo que deje de entrar a esta página porque es más que probable que aquí llegaré a escribir en todos mis estados de ánimo, incluso cuando esté de afán, cuando solo quiera decir una babosada, lo cual no dejará mucho espacio al “estilo”.
Por el momento creo que eso es todo lo que tengo que decir, si algo me incomoda creo que simplemente cambiaré las reglas de juego como me convenga, total eso es lo que he aprendido en un país llamado “Colombia”.
Comentarios
Por lo que escribes me alegra entonces las nuevas reglas, y esperaré ansiosa a leer tus nuevos escritos, me gusta mucho como escribes!!!!.
Acepto :)
Att. El Soñador.