Explicación
¿Por qué no dices la verdad y confiesas que perdiste tu alma hace demasiado tiempo? Sería más fácil entenderte… Entender tu frialdad, tu inestabilidad, tu andar poco tranquilo ¡Y claro! ¡Tu capacidad de adicción!
Sí, ¡no me mires así! ¡No es una mentira lo que digo! Me hice adicto a ti, pero tú no entiendes de eso… No entiendes de necesidades, de cariño, de abrazos… del dolor de la ausencia.
Quítate la máscara de una buena vez, me harté de satisfacer tus caprichos y no poder descifrar las dudas detrás de tus ojos.
Tu verdad… ¿Cómo reconocer tu verdad?
Permaneció sentada, mirando fijamente a los ojos a este hombre que con ira le reclamaba.
-Mi tiempo se ha cumplido, debo irme
-¿Y las explicaciones? ¡Te las exijo!
-No son necesarias, ahora eres como yo: a mí me volvió así una herida de amor…
Comentarios