Campaña "Donación"
ADVERTENCIA
Señor Lector.
Antes de leer esta entrada, tenga en cuenta que en ella se discuten temas que pueden herir susceptibilidades e ir en contra de la educación que usted recibió o de la religión a la cual pertenece. Por lo mismo, le solicito muy comedidamente que si se decide a seguir adelante, tenga en cuenta que esta entrada depende única y exclusivamente de la opinión de la autora y que mi intención no es incomodarle sino, repito, COMPARTIR MI OPINIÓN Y DEJAR A SU LIBRE DECISIÓN LA OPCIÓN DE PARTICIPAR O NO EN ESTA CAMPAÑA.
Sería fácil empezar esta entrada contando una historia donde un niño o una niña enfermo de leucemia espera impacientemente por un trasplante de médula ósea para salvar su vida; podría hacerlo también con el caso de una persona con un problema renal irreversible que tuviera que someterse a varias sesiones de diálisis a la semana para poder prolongar su vida y para la cual, su única solución –capaz de devolverle un nivel de vida digno- fuese recibir un trasplante de riñón.
Pero me parece que esos métodos se los podemos dejar a las personas que se suben a los buses a pedir dinero, contando una historia que supuestamente ocurrió apenas el día anterior y con un certificado médico que, real o falsificado, no soporta una arruga más luego de ser doblado y desdoblado miles de veces.
No, no pienso contar un drama en este momento sino dedicarme a dar mi opinión y mis razones. La filosofía de vida que predomina en mí actuar es aquella de tratar a otros como yo quiero que me traten (y por ende, aplicarlo a la inversa: No hacer a otros lo que no quiero que me hagan). Debo ser sincera y reconocer que no todas las veces logro cumplir con mi objetivo y me he equivocado en varias ocasiones; no pienso justificarme pero puedo decir que soy humana, testaruda y a veces de mal carácter, el orgullo me juega malas pasadas y me seducen ciertos placeres mundanos. En conclusión, soy una persona como cualquiera, con sentimientos, con dudas, con miedos, con días buenos y días malos.
Alguien podría decir que mi posición es bastante egoísta pues entrego al mundo algo porque espero recibirlo de vuelta. Otros tal vez opinen que es una actitud altruista aquella de ponerme en los zapatos del otro para decidir como debo actuar. Sin embargo, yo no me inclino por ninguna de las dos; para mí, simplemente actúo de la forma en que me enseñaron y con la cual me siento cómoda. No soy un ángel ni un demonio por ello, simplemente soy yo.
Pensando en esa forma de vivir, me doy cuenta de que una enfermedad o un accidente pueden ocurrirle a cualquiera, en cualquier momento de la vida. Estas no son cosas que ocurran de acuerdo a la edad ni a la condición social, simplemente pasan.
Cuando uno se encuentra en medio de estas reflexiones no puede dejar de pensar en sus familiares y en sí mismo. Inevitablemente un escalofrío recorre la espina dorsal y nos sentimos más humanos y frágiles que nunca.
Esta es la razón por la cual, pensando en las personas que correctamente llamamos “seres queridos” –como mis amigos y mis familiares- y en que la edad o la condición social no nos me eximen de vivir una enfermedad grave en la cual dependamos del órgano de otra persona para tener una segunda oportunidad de vida; he decidido inscribirme en la Red de Órganos y Trasplantes de mi país, manejada por el Instituto Nacional de Salud e informar por diferentes medios –como este- a mis amigos y familiares de mi decisión.
La invitación que hago en este momento es a que las personas que leen este blog reflexionen sobre esta posibilidad y si la encuentran provechosa y ajustada con sus creencias, sentimientos y educación, se decidan a apoyar estas campañas.
Aprovecho para aclarar algunas dudas que a mi me surgieron y que pueden aparecer para alguien más.
1. La donación en vida no se realiza sino ÚNICAMENTE entre familiares y de ciertos órganos como el riñón.
2. La mayoría de las donaciones se llevan a cabo cuando el donante ya ha fallecido.
3. Es MUY importante informar a los familiares la voluntad de ser donante de órganos para no ponerlos a ellos en la difícil situación de decidir y para que también ellos respeten la voluntad del donante.
4. No solamente los órganos (corazón, riñón, hígado, entre otros) pueden ser donados sino también los tejidos (como la córnea, los huesos, la piel, entre otros).
5. Después de la donación, el cadáver del donante NO queda desfigurado pues el proceso es llevado a cabo por expertos que, con el fin de no herir la susceptibilidad de los familiares del donante y respetar su proceso de duelo, no permiten que queden rastros de la donación.
6. PARA LAS PERSONAS QUE SIGUEN ALGUNA RELIGIÓN EN PARTICULAR, muchas religiones, como la católica, aprueban la donación de órganos y la consideran un acto de amor y solidaridad.
7. Toda la información que quiera tener relacionada con este tema, puede obtenerla en la pagina del Instituto Nacional de Salud (Puede ir de inmediato a dicha página dando click aquí)
8. Para ser donante de órganos se debe diligenciar un formulario en el cual se consignan datos como la dirección de correo electrónico, donde a vuelta de correo se recibe un carné que acredita como donante de órganos (para acceder al formulario puede dar click aquí)
Para finalizar, solo me resta agradecerle al lector haber llegado hasta acá. Independientemente de si se decide a ser donante o no, el hecho de que se informe y que esta entrada haya generado en usted algo de dudas o reflexión, es suficiente para mí.
Si respeta pero no comparte el tema, de nuevo gracias. Si está de acuerdo con esta campaña, entonces le pido el favor de que la comparta con alguien más.
Fénix
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