Erase una vez, en septiembre...

Yo tenía una vida tranquila -claro dentro de lo que cabe-, me sentía feliz, sentía que podía con todo, que nada me iba a quedar grande. Sentía que tenía esa magia con la cual se transforma todo, se evitan las pesadillas y se superan las heridas del pasado. A pesar de ser consciente de vivir en un sueño, me ilusioné con vivir ahí y así por siempre, fue entonces cuando tuve que despertar y la realidad no me recibió de la mejor manera.

No era una fantasía porque yo no vivía de mentiras, pero si tuve muchas ilusiones que se fueron a pique, fue uno de esos momentos en que la vida te muestra que por más seguro y feliz que te sientas, ella puede arrasar con todo, puede destruir el sentimiento más firme que tengas como si este fuera un castillo de naipes y me dolió lo suficiente como para sentirme sola, vacía. Perdí esa puerta que podía abrir cuando quisiera para encontrar alguna sorpresa que tomaba cualquier forma, que me regalaba un poquito de paz y me hacía seguir adelante, sin detenerme, sin temer, creyendo que el destino empezaba a tomar un rumbo determinado, que había dejado de dar tumbos, que encontraba mi puerto y allí por fin estaría tranquila.

Septiembre ha sido el mes que tradicionalmente me quita y me da cosas, sin embargo aquel septiembre no fue uno más, fue el más hermoso, el que yo quisiera volver a vivir. Es donde quisiera retomar mi vida, mi plan, aun cuando sé que es algo imposible, es lo que más quisiera en este momento, sabiendo que me equivoqué, que no estuve lo suficientemente alerta y que tal vez por eso perdí la oportunidad que la vida me dio. Más no me siento culpable, fueron decisiones, fue mi propia confianza y mi propia ilusión quienes actuaron de consejeras, aposté y perdí, pero me quedó el recuerdo de lo que viví, la satisfacción de no haber tenido miedo cuando decidí saltar al vacío.

Ahora, como suele suceder, solo tengo aquellos recuerdos y la confusión consecuente al golpe. Pienso en el pasado como el escritor de mi historia actual, en el presente como el momento de confusión en el cual he de encontrar la manera de recuperar esa parte de mi que siento haber perdido en aquel instante.

Y en el futuro… bueno en el futuro ya no pienso.

Comentarios

Eagle ha dicho que…
Tomando algo simple, una fecha...

y la forma en la que mezclas fantasia y realidad... Si...

me sigue gustando como escribes... felicidades por plasmar aquello que sientes, es muy dificl lograr eso...
Anónimo ha dicho que…
O_O nada que hacer la calidad no se improvisa me gusto aunque me aya quejado antes de leerlo jaja

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