Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como reglas

Tres: Palabras, Domingos y Casualidades

Sucedió un domingo, uno de esos días que generan toda clase de sentimientos y opiniones encontradas. Ese día, el que algunos odian y otros aman, en el que por tradición, en este país, se va a misa y se cree firmemente que fue el elegido por Dios para descansar. Si, fue un domingo, el día de los niños para jugar y de los adultos para hacer asados, al menos así era en mi época. Y es que del domingo se dice de todo. Algunos consideran que es el peor día de la semana, el del tedio, el aburrimiento; para otros es el descanso perfecto, el día que está permitido incluso no bañarse sin que haya reproche alguno. Pero hay quienes piensan que el domingo tiene en su aire un vicio de depresión, no en vano es el día en que mas suicidios se producen. Fue así, un suicidio de las palabras. Su desesperación por no ser pronunciadas les agotó la paciencia y decidieron apartarse para siempre de mi boca, fue una muerte en cadena, un deceso colectivo. Pero ellas ignoraban que su esencia, asimilab...

Carta de la administración

Había pensando en llamar esta entrada “el visitante no deseado”, sin embargo esa afirmación sería una mentira. Cada lector que se acerca a este espacio hace parte de él, lo justifica, le da valor, lo hace crecer cada día. No puede expresarse una idea si no hay a quién llegue, no habría algo que decir si no hubiese nadie que lo escuchase o leyese. Así que llegué a la conclusión de que en definitiva, ese no era el título adecuado. Como ya lo dije anteriormente, el sentido de este blog es llegar a un público amplio, variado, por lo mismo, hoy quiero hablar de ese lector anónimo que se dedica a pasar por aquí solo para conocer sobre la vida de la autora. Hoy quiero escribir para ese anónimo que más allá de estar interesado en una opinión o una distracción literaria, busca bajo mis palabras claves sobre mi vida, quizá por morbo, quizá por rencor, quizá por celos, quizá por curiosidad, quizá porque simplemente yo le retiré el contacto con mi vida personal. Empezaré por aclarar que no todo...

De Vuelta

Querido Señor Lector: Antes que nada quiero agradecerle sus repuestas y comentarios sobre mi posible partida, usted sabe que si estoy aquí es por usted y para usted. Y usted que tanto me conoce sabía que iba a volver... y no por la debilidad de mis decisiones, sino por la fuerza de sus argumentos. Sí, debo reconocerlo, usted tiene toda la razón ¿Por qué abandonar una lucha constante por una estación sin importancia? Además, las estaciones pasan, mis metas y mis palabras se quedan aquí y serán la confirmación de que en algún momento existí. Le pido que me tenga paciencia, Señor Lector, usted sabe que tanto mi ánimo como mi cordura son volátiles y quizá mis pensamientos no sean fáciles de entender... Sin embargo, usted y yo tenemos una relación más bien larga y sé que usted ha aprendido a conocerme en este tiempo. ¿Lo recuerda? fue hace dos años, un domingo, más exactamente el segundo de junio, en que decidí abrirle mi corazón y contarle de mis sueños, mis nostalgias, mis alegría...

Revolcón

Este blog es simple y no tiene mayores intenciones. Escribo porque sí, porque se me da la gana, porque aquí pretendo dejar plasmadas esas cosas que la gente no quiere o no quiso oir, eso que intenté decir y se negaron a aceptar, y hasta esas verdades que yo misma me niego a ver. Sin embargo he dejado de escribir y eso ha sido obvio, pero no ha sido por falta de interés o porque mi vida se haya vuelto tan patéticamente aburrida que no exista nada sobre lo cual pueda hablar, el inconveniente está en que este blog –que quiero demasiado porque es una parte de mí- es conocido por personas que me quieren, por personas que me detestan, por gente que me ha visto una vez en la vida e incluso por algunos que jamás he visto pero con los cuales he tenido excelentes conversaciones. Y sin ánimo de ofender a los lectores que han visto estos ojitos en vivo y en directo, disfruto más cuando sé que son desconocidos quienes me leen, la razón no está en que sufra de un estúpido e insaciable ego que ...