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Mostrando las entradas etiquetadas como conclusiones personales

Veinticinco

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Exposición "Miró: Pintor, Poeta" El tiempo, que ha sido definido a través de los años por científicos y relativizado sin pudor por narradores y poetas, resulta tan temible como encantador en la vida propia. Se sabe del tiempo como medida, como invento humano, como sabio, como enemigo, como dios. ¿Qué es un siglo comparado con más de cuatro punto cinco billones de años? ¿Qué viene siendo, entonces, un cuarto de siglo? Mi propia eternidad. Es la primera vez que escribo sobre mi edad en este blog que no tiene ni pies ni cabeza, que es una colcha de retazos echa con los pedacitos de cada recuerdo trascendente. Tal como mi existencia.  Ahora lo digo con risa, pero antes sentía un poco de pudor, de vergüenza por develar mi edad. Sucedía que la gente hablaba conmigo y pensaba que era mayor, no sé si era por cómo me expresaba o simplemente era lo que producía mi manera de actuar, sin embargo les venía un desencanto cuando yo decía “tengo dieciocho o diecinueve ...

Hasta pronto, Capitán

Hay que despedirse, incluso de los lugares, sin que esto implique no volver a visitarlos. Se trata de poner un alto a los recuerdos, de reconocer su existencia pero señalarles hasta dónde pueden llegar. Hay que despedirse de los lugares, del desayuno, de lo cotidiano. Hay que darse un momento de dolor y de complacencia, hay que quedarse inmóvil por un instante y ser consciente de los movimientos de la tierra, del universo. No hay que olvidar nunca que lo constante es el cambio. Hay que perderle miedo a la incertidumbre del mañana y darle a cada día su oportunidad. Es tiempo de despedirse, un beso en la frente, un abrazo… miradas que se cruzan, promesas que se evitan. Buena estrella, ¡Hasta pronto,  Capitán !

Los tres hitos

Viernes 23 de mayo de 2014 Hay tres cosas que debes hacer un día –me explicaba un profesor del colegio, una vez me gradué- ir a cine sola, entrar a un bar sola e irte de viaje sola. Han pasado seis años y puedo decir que cada hito lo he cumplido. Fui sola a cine para ver una película de Harry Potter que no me iba a permitir pasar por alto, así a mi novio de turno le pareciera una soberana tontería. Al terminar la película, recuerdo que lo llamé para invitarlo a comer; cuando se enteró de que recién salía de cine, el cretino entró en cólera pensando que había ido con alguien más. Al final, terminé dándome un delicioso banquete con el dinero de una comida para dos, que incluyó uno de los vinos más sabrosos que he tomado en mi vida y a decir verdad, no puedo especificar con claridad si aquel sabor exquisito fue producto de su buena calidad, del buen servicio del restaurante o del placer de tener una tarde únicamente para mí, sin preguntas, ni respuestas, ni silencios incómodos, ...

Reflexiones sobre el infortunio

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Recomiendo leer esta entrada en compañía de esta canción El infortunio llega y te saluda con un puñetazo en el estómago. Hubieras preferido la cachetada, la alerta, una mala mirada, no perder el aire de un momento a otro y estar lo suficientemente descolocado como para no entender nada de lo que pasa a tu alrededor.  Estás en el piso tirado, es imposible recordar como llegaste a ese lugar, lo único que te interesa es respirar, aferrarte a respirar. Abres la boca desesperadamente y la primera bocanada parece no entrar, no fluye el aire y el pánico empieza a apoderarse de tu cuerpo. Tienes dos opciones que no conoces: ser presa del pánico, retorcerte, llorar y sentir como el aire te es cada vez más ajeno; o puedes mantener la calma e inhalar lentamente porque paradójicamente es así como el aire entrará más rápido a tus pulmones.  ¿Pero acaso se puede estar preparado para el infortunio? ¿No es esa imprevisibilidad una de sus características? ¿Existirá un moment...

Invierno

Aún me preguntan por qué me enamoré de ti. Cada vez que lo hacen vienen a mí los recuerdos de las primeras citas y los muchos cigarrillos que fumé mientras intentaba sostener una conversación coherente contigo. Aún se cuestionan qué te vi y en mi mente revivo el andar serio y acompasado con el que te vi venir la primera vez, tu elegancia en negro que te venía bien con una calle llena de extraños que, afanados por sus vidas, me empujaban de un lado a otro en tanto a ti te esquivaban con precaución. Aún indagan por qué me gustabas tanto y recibo el aroma de tu cuello en aquella época, la delgadez enmarcada en esos pantalones ceñidos, la certidumbre de tus palabras que contaban qué querías hacer y cómo lo ibas a hacer, la mirada fría con la que castigabas al mundo y la voz jocosa que se reía sin consideración de la desgracia ajena. Aún me cuentan que te temían, que no inspirabas confianza y yo escucho en mi mente los secretos que te conté y que se filtraron por la rendija de tu...

Síndrome de Penélope

Existe una canción de la autoría de Joan Manuel Serrat -la cual también es interpretada por Diego Torres en homenaje al autor español- que se llama Penélope. La letra puede ser tachada por algunos como cursi o demasiado emocional, sin embargo, narra una historia que ha inspirado el presente post y que por lo mismo, transcribiré a continuación:  Penélope,  con su bolso de piel marrón  y sus zapatos de tacón  y su vestido de domingo.  Penélope,  se sienta en un banco en el andén  y espera que llegue el primer tren  meneando el abanico.  Dicen en el pueblo  que un caminante paró  su reloj  una tarde de primavera.  "Adiós amor mío  no me llores, volveré  antes que  de los sauces caigan las hojas.  Piensa en mí  volveré a por ti..."  Pobre infeliz  se paró tu reloj infantil  una tarde plomiza de abril  cuando se fue tu ama...

Tiempo al Tiempo

“Tiempo al tiempo”, oí tantas veces tal vez sin querer escuchar o quizá solo ocurría que no era mi momento de entender. A veces nos inventamos diferenciaciones ridículas para darle más peso a algo, en un afán de importancia que resulta patético: le decimos a alguien “tú miras pero no observas” cuando lo cierto es que en el diccionario “ver”, “mirar” y “observar” son sinónimos.  Pero aquello no ocurre con “oír” y “escuchar”, no son sinónimos, quien escucha presta atención a lo que oye; o al menos eso dice la RAE y a mi se me da la gana de creerle.  Así que muchas veces me recomendaron la calma y la paciencia, la espera. Me dijeron que con el tiempo entendería y mis preguntas se contestarían. Me mintieron.  Al tiempo le atribuimos más de lo que debiéramos. Lo nombramos guardián de nuestros recuerdos, artífice de nuestro olvido, responsable de nuestra madurez… en un intento por quitarnos de encima nuestras propias obligaciones cuando el tiempo no es responsab...

Monólogo

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Todo se torna ilógico en el momento justo en que intentas comprenderlo; las conversaciones contigo mismo se hacen habituales y de repente te sientes como en una película, interpretando un monólogo perfecto, el monólogo de tu vida. Ahora todo es una reflexión constante, resulta paradójico que suceda en el preciso momento en que te sientes vacío, en que no sabes dónde buscar esa parte de ti que ya no tienes o que no encuentras. ¿Acaso alguien podría enseñarnos a vivir, prepararnos para los momentos en que no entendemos la vida? No, claro que no. Aprendemos acciones que componen el vivir pero respiramos por instinto, comemos por necesidad, en principio de eso se trata. Mi realidad… qué complejo pensar en ella. ¿Acaso quién o qué determina lo que es real? ¿No podrían ser mis palabras más reales que mis manos, que mi boca? ¿No podrían los sentimientos superar las demostraciones? ¿No podría el viento ser mejor mensajero que un teléfono? Pensar en la realidad desgasta, ator...

Conclusiones de una Noche Cualquiera

Nos dieron la cuenta –Esta vez invita usted ¿No?- Dijo mi amigo en tono de broma –Listo, no hay problema- respondí sacando la billetera de mi bolsa. Él sonrió y me dijo -¿Usted está dispuesta a pagar la cuenta y no tiene novio? Yo hice una mueca que se asemejó a una sonrisa y guardé silencio. En parte si me parecía gracioso porque, aunque desconozco el porcentaje de mujeres que está presta a hacer una invitación o a pagar una cuenta por mitad, dentro del círculo en el cual me muevo he notado un importante avance en estos temas. Así, las mujeres que conozco ya no salen esperando que siempre sea él quien pague e incluso están dispuestas a ser ellas quien asuman los gastos. Y obvio, en casos extremos también he visto abusos económicos, aquellos sobre los cuales ellos se quejan tanto; incluso yo misma me he sentido cercana a ese lugar. Por lo tanto, me pareció extraño que él encontrara eso como una cualidad remarcable. Pero había un poco de incomodidad en mi expresión porque no...

Alegría

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Esta entrada DEBE ser leída escuchando esta canción Tengo la costumbre de dormir entre canciones, generalmente instrumentales, para experimentar su efecto en mis sueños. Es una experiencia realmente placentera e interesante; hasta el momento nunca he tenido una pesadilla y si muchos sueños que se acercan a las alucinaciones más sorprendentes. Alguien me decía que la música era mi propia forma de drogarme, quizá tenga razón: me volví adicta a las sensaciones producidas por la magia de una melodía. Pero es una adicción que no quiero superar, es más, la recomiendo, así como aconsejo gritar, sentir, ¡vivir!; Y una canción que haga reír y llorar, que apriete el corazón y la piel se quede corta para retener el alma… y cuando se sienta que la emoción hará abandonar el mundo, entonces es tiempo de volver a la vida y continuar drogándose con música las veces que se quiera.  Si, estas son mis recomendaciones para el mundo, cuando ataquen esos terribles im...

Sobre el amor

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El amor no es un cuento ni una mentira. Es un secreto, y como tal,  hay que saber con quién compartirlo.

IV

No se trata de que seamos iguales sino de ser un complemento No se trata de que pongas el mundo a mis pies sino de que nos apoyemos en la búsqueda de nuestros sueños. No se trata de que me digas todos los días que me amas sino de que lo demostremos mutuamente. No se trata de que me digas que hay cosas que no puedo hacer sino de que nos ayudemos cada día a intentar nuevos retos. No se trata de que compartas todos mis gustos sino de aprender y crecer juntos. No se trata que soportes mis días malos sino de que entendamos que todos los tenemos. No se trata de que me exhibas como un trofeo a tu lado sino de que nos sintamos orgullosos de tenernos el uno al otro. No se trata de que me extrañes cuando no me tengas cerca sino de que aprovechemos cada momento que la vida nos da juntos. No se trata de que me prometas tu amor por siempre, solo se trata de que lo vivamos en el día de hoy.

Campaña "Donación"

ADVERTENCIA Señor Lector. Antes de leer esta entrada, tenga en cuenta que en ella se discuten temas que pueden herir susceptibilidades e ir en contra de la educación que usted recibió o de la religión a la cual pertenece. Por lo mismo, le solicito muy comedidamente que si se decide a seguir adelante, tenga en cuenta que esta entrada depende única y exclusivamente de la opinión de la autora y que mi intención no es incomodarle sino, repito, COMPARTIR MI OPINIÓN Y DEJAR A SU LIBRE DECISIÓN LA OPCIÓN DE PARTICIPAR O NO EN ESTA CAMPAÑA. Sería fácil empezar esta entrada contando una historia donde un niño o una niña enfermo de leucemia espera impacientemente por un trasplante de médula ósea para salvar su vida; podría hacerlo también con el caso de una persona con un problema renal irreversible que tuviera que someterse a varias sesiones de diálisis a la semana para poder prolongar su vida y para la cual, su única solución –capaz de devolverle un nivel de vida digno- fuese recibir un t...

Compañero

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Últimamente he leído y escuchado toda clase de críticas hacia la imagen “ideal” del hombre que clásicamente se definió como el deseado por las mujeres. No sé cuál es el origen del “príncipe azul” y tampoco me interesa, aunque sí puedo decir que estoy de acuerdo con muchas de las críticas que se le hacen.  En lo que a mi respecta, no me interesa encontrar a mi “príncipe azul”, ni tampoco he deseado ser nunca una princesa, por el contrario, estoy demasiado alejada de esa figura. No quiero encontrar a alguien que me idealice y me ponga en un pedestal, que quiera poner el mundo a mis pies y no me permita alcanzar nada por mi propio esfuerzo; pensar en esa idea me da pánico pues sé que muy pronto –viviendo una vida que supuestamente es “perfecta”, donde alguien me hiciera todo y cumpliera cada capricho que se me atravesara por la mente- me sentiría frustrada, deprimida y aburrida. Por otro lado, ninguna mujer es igual a otra de la misma forma en que ningún hombre es igual a otro. Por...

Theory

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-Do you want to hear my theory?" -Of course." -You and I have a special talent, and I saw it immediately." -Tell me." -We're the substitute people." -Substitute people?" -I've been a substitute person my whole life. I'm not an Ellen; I never wanted to be an Ellen. And I'm not a Cindy either, although Chucks loves me." -I'm sure they do." -I like being alone too much. I mean, I'm with a guy who's married to his academic career; I rarely see him. And I'm the substitute person there. I like it that way. It's a lot less pressure."

Confesiones de una Noche de Primavera

Antes de leer esta entrada,  por favor, escuch e esta canción Quizá soy de otra época o me quedé atrapada en el pasado. No sé por qué ahora siento el valor de revelar esos secretos deseos, esos anhelos de algo hermoso que me haga perder cabeza y corazón, pero que proteja mi vida como la suya propia. Si, quizá yo soy exigente y quiero vivir mi propio sueño ¿Por qué no hacerlo? Si lo merezco como cualquier persona, si valgo tanto como para que alguien me dedique canciones bonitas, me llame a preguntar cómo estoy, suspire pensando en mí y crea en mis ojos y mis travesuras. Quitándome de encima los temores y la vergüenza, puedo decir que no he dejado de creer en el amor, a pesar de haber sufrido varias decepciones, de las cuales no voy a poner en duda mi responsabilidad y a dedicarme a hablar de ellas y quedarme estancada en lo que no fue. Empieza para mí un proceso lento de reconstrucción, de esperanza y de nuevos horizontes, sin afanes, sin prejuicios, sin temores, arriesgando ...

Escribir

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Esto va a sonar raro y quizás a nadie más le importe, pero a mi me gusta verte escribir... I -Escribe Fénix, ¡escribe!- me decía ella mientras, a través de una fría pantalla, intentaba encontrar una forma de hacerme sonreír. -Es que me va a salir feo, Dino- le respondía a cada rato, tratando de explicarle que a pesar de la existencia de un motivo, me daba pena escribir siempre en mis bajos estados de ánimo porque paradójicamente es cuando siento que todo fluye. -No importa, tu eres toda inspirada- repetía ella y la idea empezó a retumbar en mi cabeza, así que abrí un documento nuevo y los dedos empezaron a digitar casi que por sí solos.  II -Está muy bueno, te luciste- dijo Huggin cuando lo leyó y yo me sentía algo avergonzada porque era algo corto, simple, sacado del dolor y de la ira y no comprendía como carajos a alguien le podía parecer “bueno” (sí, bueno, sin el “muy”).  III Hoy me desperté  sintiéndome diferente. Cuando comprendí que había dejado de soñ...

Seamos sinceros

Seamos sinceros, este espacio no es recomendable para algunas personas. No puedo hacer como si nada, ni vivir de los recuerdos, ni en el pasado, no puedo ni quiero quedarme en lo que no fue, ni tampoco llenarme mi cabeza de un eterno “¿por qué?”. Sí, resulta que no se me antoja amargarme ni llenarme la vida de tristeza, resulta que vuelvo a sentir y no me hace sentir culpable el que haya sido tan rápido, resulta que los sueños siguen en pie, que la vida me muestra nuevas opciones y que sigo siendo la misma. Resulta que nunca se me antojó cambiar, que no voy a dejar de ser tan “niño”, ni tan trascendental, ni tan soñadora, ni tan romántica. Resulta que me encanta ser como soy, que adoro mis cachetes redonditos y no me interesa hacer dieta. Resulta que este es mi espacio y aquí digo lo que se me da la gana y si alguien se llega a ofender, molestar, irritar, entristecer por lo que aquí digo, solo puedo pedirle una cosa: por favor, no vuelva. Sí resulta que le tengo que hacer frente a l...

Entre la Fantasía y la Realidad

Te enseñaron a creer en un mundo y un ideal de vida completamente diferente al actual y real. Te dijeron que las niñas deben ser femeninas, usar falda, jugar con muñecas, te dijeron que te debes ver bien y bonita y que así serías feliz. Te contaron cuentos donde las princesas frágiles y delicadas aguardaban pacientes la llegada del príncipe con el cual jamás volverían a sentirse solas, tristes, preocupadas, sino que tu vida sería totalmente perfecta, alejada de los problemas, las discusiones, las malvadas brujas, los dragones. Y del amor… tanto que te dijeron del amor. Te contaron que era una sensación única con la cual te sentirías realizada, que probablemente sufrirías y derramarías algunas lágrimas pero que con la llegada de ese ser especial a quién le entregarías tu corazón, todo cambiaría. Los problemas se harían más llevaderos porque ahora se cargarían entre dos, las risas abundarían, la sensación de plenitud y de bienestar sería la constante en tu vida diaria, ya jamás te sentir...

¿Y El Romanticismo?

He conocido a muchos a quienes no les gusta en lo absoluto las “cursilerías” y demás empalagues que hacen sus primeras apariciones con frases como “No shabesh la faltica qui mi haches mi amushito” (porque infortunadamente, en este planeta hay gente que habla y escribe de esa manera y uno no puede hacer nada por desaparecerla (?)), de hecho me atrevería a decir que son muy pocas las personas que conozco, que hoy en día mantienen esa forma de hablar, tal vez en algún momento lo hicieron, un espacio en su pasado habrá para ese tipo de demostraciones de afecto que más que cariñosas pueden llegarse a convertir en patéticas y probablemente yo recorrí esos caminos alguna vez, cuando era una niña (más (?)). Sin embargo he visto (y debo admitir que con mucha tristeza), que en el afán de alejarse de dichos comportamientos -que ya he dicho resultan bastante molestos- el romanticismo está tendiendo a desaparecer de nuestras vidas. De hecho lo noté cuando, como cualquier mujer con hormonas activas ...