Hasta pronto, Capitán



Hay que despedirse, incluso de los lugares, sin que esto implique no volver a visitarlos. Se trata de poner un alto a los recuerdos, de reconocer su existencia pero señalarles hasta dónde pueden llegar.

Hay que despedirse de los lugares, del desayuno, de lo cotidiano. Hay que darse un momento de dolor y de complacencia, hay que quedarse inmóvil por un instante y ser consciente de los movimientos de la tierra, del universo. No hay que olvidar nunca que lo constante es el cambio.

Hay que perderle miedo a la incertidumbre del mañana y darle a cada día su oportunidad.

Es tiempo de despedirse, un beso en la frente, un abrazo… miradas que se cruzan, promesas que se evitan.

Buena estrella, ¡Hasta pronto, Capitán!

Comentarios

Andres Forero ha dicho que…
Ok.. Me uno a la causa. Hasta pronto

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