XIV




Se para y me mira;
como si yo no me diera cuenta...

Cierra la puerta,
se quita la camisa,
el cuarto huele todo a usted
y yo me siento complacida,

satisfecha.
Usted me mira
y cree que no me doy cuenta...
me tienta.

Es que usted me produce ganas.
Ganas de besarle
pero no de comerle la boca,
más bien de saborearle el alma.

Entonces lo miro y usted sonríe,
se escapa la sonrisa traviesa,
nos metemos entre las cobijas,
el panorama da vuelta.

La luz se ha ido,
dos locos se descubren a tientas.
Manos, besos, caricias
la razón se ha ido de fiesta.

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