XVI - Un Beso



Dame un beso que me dure hasta mañana,
un beso que me devuelva la calma.
En estas noches de oscuridad abrumadora,
dame un beso amor mío, bésame el alma.

Dame un beso que sea agua en los días de sed,
mi escudo contra el frío en los días de lluvia.
Regálame en tus labios un pedacito de tu vida
el sabor de tu boca en cada lágrima que caiga.

Te voy viendo en calma como en el cine,
Tú: mi película más deseada,
te descubro por escenas que se enfocan
en tus ojos amor, tu misteriosa mirada,

en tus líneas disparejas,
tus manos que no tiemblan,
los segmentos de tus hombros
los dedos que se atraviesan.

Te encuentro al cerrar mis ojos
y el aroma de tu cuello hace presencia;
te veo en los niños, amor,
escucho tu voz, escucho tu inocencia.

Dame un beso ahora, mi bien,
toma mi mano, si quieres también bésala.
Desliza tus dedos entre mis cabellos enredados
pero dame un beso para que no me pierda.

Abrázame con tus brazos como sogas,
lazos que no asfixian sino que acompañan,
hamaca de rosados lirios,
flores amarillas que tu sonrisa adornan.

Recorre mi cintura con tus manos
y enséñame el camino que conduce a casa.
Dame un beso ahora, amor,
un beso que me dure hasta mañana.


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