Fácil

Entre lo fácil y lo difícil, la oferta de simpleza tiende a ganar la batalla. Hay quienes se cansaron de ir más allá de lo básicamente ofrecido y decidieron quedarse con el pedazo mezquino que les pueda corresponder. Sus frases persuasivas y seductoras hacen que cada día sean más los seguidores de la insípida simpleza, claro, para todos resulta tentadora.

Fácil dejar a la suerte las decisiones de la vida. ser una roca más que la corriente va arrastrando y que tarde o temprano llegará a tierra.

Fácil dejar a otros la potestad de elegir destinos comunes. Total, dicen quienes adoptan estas posturas, para qué perder el tiempo opinando y proponiendo si al final todo continuará igual.

Fácil estar de cuerpo presente y con la cabeza puesta en algún agujero vano.

Fácil escapar de la batalla con alguna excusa tonta sin siquiera poner la cara para decir que abstenerse de la “guerra” es una posición igualmente válida.

Fácil huir ante el primer obstáculo y no luchar hasta el final, aun cuando exista el riego a perder.

Fácil “respetar” los miedos y evitar exponerse a ellos.

Fácil cubrirse con un escudo aparentemente fuerte para esconder las debilidades propias e impedir que el dolor sea el fuego purificador del espíritu.

Fácil depender de una temporal apariencia, de un físico efímero y dejar el intelecto a quienes no lo sobre valoran

¿Y para qué mentir? He caído algunas veces en territorios simples, el problema desde hace mucho es que lo fácil ya no me apetece.

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