XI



Desilusión.
El agujero en el pecho se ha abierto,
podrá sanar pero la cicatriz durará para siempre.
Que los pensamientos viajen a lugares mejores...


¡Ausencia de sueños!
La esperanza se aleja pero no le abandona,
le recuerda que tiene que luchar para conservarla consigo.


Ira, tristeza, reclamos, sonrisas ¿falsas?
Ojos cerrados, "inhala, exhala" dice la voz interior.
¡Estoy harta de respirar!


Un grito ahogado,
grito sin oídos, grito solitario,
grito que nadie escucha.


¡Déjame hablar! exige,
tus palabras no existen, responde.
Ha muerto.


Una lágrima se desprende,
un corazón se siente herido,
otro corazón sonríe.
¡Sonríe que el payaso no se ha ido!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Memorias de un día que no fue

Veinticinco

Miedo a ser bonita