XVII



Mientras duermes,
te voy a contar un secreto
y lo sabrás aunque no abras los ojos,
aunque tus oídos anestesiados

finjan que el sonido no existe,
aunque sueñes con ciudades frías y lejanas
o con otoños románticos de crujidos
y hojas desbaratadas.

Te voy contar un secreto
y sólo tu alma intranquila me sabrá cerca,
con la complicidad de los corazones encabritados
que mueren jóvenes consumidos por sus ansias de vivir.

Te voy a contar que te quiero
con la singularidad de aquel poema de Neruda,
con el sentimiento que trae consigo
decir que lo hago secretamente, entre la sombra y el alma.

Te quiero de esa forma en que ni soy ni eres,
profanando versos de poetas de otras épocas
y sintiéndome en una época única,

en un mundo que sólo existe para los dos
y al que accedo cada vez que me reflejo en tus ojos,
en que tu mano me acompaña al caminar.

Es tanto lo que un corazón lastimado guarda
y tan poco lo que se atreve a contar…
es tan complejo su latido aún sangrante,
sin embargo el cuerpo lo traiciona,

lo delata, lo descifra.
Los besos son cartas,
las caricias son llamados,
el amor se hace y es vida,

es paz, es deleite,
es sublime y mortal,
es sincero… se declara.

Nos hacemos el uno al otro en ese único momento.
bailamos sin música, morimos y regresamos,
pintamos acuarelas...
y te dibujo los labios con los dedos.

¿Es culpable, entonces, mi cariño sincero?
¿Te condena o nos libera?
¿Qué camino escoges?
¡Me reúso a sentir culpa por quererte!

Mientras duermes seguiré confesando
que te quiero en la intimidad
de mis días solitarios y mis temores ocultos
de mil vinos dulces y caminatas tranquilas.

Te quiero libre,
soñador,
apasionado,
alegre,

músico,
empecinado,
huraño,
taciturno,

loco,
complejo,
siempre tuyo
y nunca mío.

¿Poseerte y limitarte?
¿Para qué cortar las alas al Ruiseñor?
¿Con qué egoísmo privar al mundo de su canto?
¿Con qué vileza cometer tal cobardía?

¿Cómo tachar de culpable a un cariño inocente?
¿Por qué reducir el tiempo al aliento de los amantes?
¿Por qué no dejar que el sentimiento sea libre?
¡Que caminen juntos los compañeros por la calle!

Te invito a cenar pero ten cuidado
no te ofrezco una entrada
tampoco una salsa de compañía.
el plato fuerte suele ser el más esperado,
sólo decide si quieres la cena caliente o fría.


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