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Escucha esto mientras lees.

por favor no me juzgues ni te molestes,

recuerda lo que te dije,

lo que prometiste no olvidar...

No quiero lastimar a nadie, creo que en realidad a nadie le gusta hacerlo. Todos en el fondo somos buenas personas y todos somos malvados a la vez, pero quiero reprimir el lado más oscuro y darle paso a los pensamientos y sentimientos puros.

Quiero abandonar toda sed de venganza que pude haber tenido en otro tiempo, quiero dedicarme a explorar en mi interior, buscar los agujeros que parecen heridas abiertas y curarlos uno por uno. ¡Quiero gritarte que te quiero! ¡Y más que eso! Pero Dios, no la estoy pasando bien. 

Lo intenté, juro que lo intenté y desconozco si algo de lo que yo haga te podría llegar a lastimar de verdad. ¡Juro que nada de lo que he dicho ha sido una mentira! Y juro también que realmente quise verte feliz.

Pero soy egoísta y no sé si quebrante alguna de mis promesas… para mí la palabra es casi sagrada, y creo firmemente en que debemos luchar por recuperar su valor, sin embargo, ahora me disculpo por anticipado si fallo, solo Dios sabe cuánto intenté mantenerme firme y cuánto me duele todo.

Ahora me siento cansada, un poco débil y nadie tiene la culpa de mi tristeza, solo yo.

Y entre el último de mis defectos debo aportar la cobardía. Disculpa si no soy capaz de decir esto de frente, disculpa si te miro y sonrío, si te doy un abrazo o si te beso. No es hipocresía lo que se asoma entre mis gestos… es la sinceridad más pura, la despedida que no me atrevo a pronunciar.

Discúlpame ahora si me pierdo, entre mis últimas promesas diré que haré todo lo posible por estar bien… y lo cumpliré….

Buen viento y buena mar…