Ausencia


Ocurrió que un día la vida me supo a sangre, el aire me resultó dañino y las hojas de los árboles caían no por naturaleza o por voluntad. 

Ocurrió que los recuerdos desaparecieron y las sonrisas no eran gestos conocidos, más bien lejanos. 

Ocurrió que un día no quise recibir visitas, ni leer cartas. 

Ocurrió que dejé de escribir en páginas de papel y lo que ya estaba hecho, se fue con el fuego voraz. 

Ocurrió que un día, la sangre no era sangre, era miedo, era dolor, era leyenda, era odio, era ira… 

Ocurrió que un día ella estaba aquí…


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Mentiría si asegurará que he entendido todo lo que escribes.
Pero aun así no puedo dejar de visitar este lugar para leerte.

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